10 de marzo de 2008

Sinopsis

Hajime Amamori es un chico normal (como en casi todas las series niponas) al que le gusta observar las estrellas en su telecopio, el tiene 14 años y va la escuela con sus amigos, Su padre es ingeniero y su madre lo ama mucho.
Al mismo tiempo su tio que es jefe del observatorio del monte Tsukuba, descubre un extraño planeta 9 veces mayor que la tierra, esta en curso de colision con esta, su fecha y hora de llegada las cero horas nueve minutos del nueve de septiembre de 1999: el tiene una asistente de largo cabello rubio y mirada triste llamada Yayoi Yukino, que marcara un gran cambio en la vida de Hajime.
Una serie de acontecimientos desafortunados acercaran a Hajime y a Yayoi, al quedar este huerfano e ir a vivir a donde su tio al observatorio.
Así empieza esta historia en donde se mezclan más personajes interesados en el secreto que Hajime guarda y que tiene que ver con el futuro de la tierra; de la verdad sobre la asistente Yukino, su relación con el planeta Tierra y el secreto de Hajime. No hay respiros, ni capítulos de relleno, es la historia del secreto de Yayoi y como aprende a descubrir el amor, todo conjuntado en una carrera contra el tiempo antes de que el reloj marque las 00:09:09 del 9/9/99.

8 de marzo de 2008

A Manera de Introduccion

Corría el año de 1985, El Salvador estaba en plena guerra civil; el fin del monopolio de la televisión en el país empezaba a vislumbrase con la inauguración de un nuevo canal, el canal doce, el cual pretendía traer propuestas novedosas en su programación. Entre sus primeros programas proyectaron un anime; un anime de oro: La Princesa de los Mil Años.
Desde el primer capitulo la historia me atrapo, era un anime que presentaba una propuesta muy madura y seria, bastante alejada de los otros cartoons que en esa época se proyectaban, Los Transformers, Voltron, El Galáctico y su festival de robots, series americanas estereotipadas y paremos de contar… Mi generación creció con Mazzinger, Candy Candy, Kimba, jet Marte y muchos mas, venimos de una de las generaciones mas viejas de Otakus (si… no se engañen también los había en ese tiempo), no se a los demás pero me atrapo la historia de Yayoi y Hajime, la trama que no da un tiempo de respiro, la compleja psicología de la protagonista y un final que si no la han visto mejor ni se las cuento.
Crecí con la imagen de Yayoi y su mirada triste y no volví a saber nada de ella hasta casi 20 años después, que una buena alma subió toda la serie a la red y me di a la tarea de amarla nuevamente como hace mucho tiempo atrás.
Es una historia que te deja con un sabor agridulce, Un Space Opera puro al mejor estilo del autor: Leiji Matsumoto (Yamato, Galaxy Express 999, Capitan Harlock, Interstella 5555) que es poco conocido en occidente, Matsumoto es mas conocido en Latinoamérica por el Acorazado espacial Yamato conocido en occidente por su titulo en ingles “Starblazers”, Galáctico en misión con la Princesa Aurora o la bella Maetel, la eterna viajera del Expreso 999 que pudimos ver en algunas películas que daban en vacaciones; La Princesa de los Mil Años es una de sus obras cumbres, digamos que es importantisima en el Leijiverse o universo de Matsumoto, la imagen de Andrómeda Promethium II (Yayoi) esta presente en cada uno de las obras del autor y forma parte de ese universo al que pertenecen la nave Espacial Yamato, el Capitán Harlock, La Reina Emeraldas y la misma Maetel.
Por de pronto ya basta de recuerdos, y gracias por la paciencia de saber como conocí a Yayoi; ya es hora de hablar en serio de Yayoi Yukino La Princesa de los Mil Años…